Soldadoras automáticas, dotadas de un electroimán.
Pueden accionarse con una simple presión en la mordaza que desencadena el ciclo automático de soldadura y posterior apertura de la mordaza.
Provistas de cuchilla.
Gran apertura de mordazas: hasta 125 mm.
Gracias a su cuchilla y a sus numerosos accesorios estas soldadoras permiten organizar su puesto de trabajo en función de sus necesidades.